Podemos alcanzar muchas cosas en la vida y llenarnos de ellas, pero solo hay algo que debe ocupar el centro de nuestra vida, ese algo no puede ser un objeto o una persona, pues estas cosas pasan, se van, se pierden o se rompen, cambian su estructura física, su apariencia, debe ser algo que permanece firme en nuestra vida a través del tiempo, que se mantiene radiante y en el cual nuestra confianza se mantiene viva, el centro no se desvanece sino que se fortalece con el tiempo, es de lo que nos aferramos siempre aunque todo eso que habremos alcanzado empieza a irse, ese centro nos da paz, amor y esperanza. Ese centro no le afecta el tiempo o el espacio, ese centro no se aparta de nosotros por lo que tenemos o no tenemos, ese centro es donde mana el mejor significado de nuestra vida, no te aferres ni construyas fuera de él, porque todo caerá en cualquier momento y con eso caerá tu estabilidad emocional, tu autoconfianza y seguridad, pero tener ese centro en nuestra vida es suma garantía del reposo y la paz que sobrepasa todo entendimiento, ese centro se mantiene en la vida como la piedra angular donde se construyen todas las cosas valiosas de nuestra existencia.