El propósito te hace feliz porque te esfuerzas por hacer sin esperar nada, no te vas a decepcionar, sino que cada evento será una realización interna, la felicidad, tranquilidad y paz viene en la consciencia interna de que estás cumpliendo contigo mismo y que no hay reconocimiento más grande de sentir que haces lo que tienes que hacer, lo que eres y significas para la existencia. Si empezaste algo durante un tiempo y no lograste reconocimiento de los demás o resultados visibles, pero si resultados internos, siéntete complacido de haber cumplido, intentado, aprendido algo nuevo, de adquirir una capacidad o experiencia más allá de lo que eras anteriormente. A veces empezamos algo pensando en obtener reconocimiento de otros o que nos vean, cuando el mayor reconocimiento, validación y complacencia viene de nosotros mismos, sentir que cumplimos, hicimos algo diferente que nos hace mejores. Muchas cosas que determina nuestra vida, vienen de nuestras propias decisiones como la felicidad, es una decisión, tú decides un día ser feliz, no está al lado de nadie, no se busca, no es un lugar, es una decisión. Cuando siempre damos esperando recibir retribuciones externas podemos destruir la autoestima y la motivación, porque basamos nuestro crecimiento en los demás en vez de nuestro crecimiento interno, es mucho más satisfactorio lograr resultados externos teniendo conciencia que el mayor resultado es el crecimiento interno de nuestro ser. Un propósito en sí, que se basa en servir no busca reconocimiento como valor principal sino el legado y complacencia de nuestro ser.