Es triste cuando logramos tanto, nos hemos esforzado demasiado, hemos gastado tiempo y energía y cuando tenemos todo esto nos sentimos vacíos, vemos como nuestra vida y los años se fueron y no nos sentimos llenos, porque el tiempo no regresara, los mejores años llenos de vitalidad y energía pasaron, tal vez vivimos todo ese tiempo en automático, complaciendo un deseo desenfrenado de llenar deseos y placeres que no se conforman ni se llenarán con nada. No está mal esforzarse, lograr cosas y avanzar en la vida, al contrario eso está muy bien, el punto es que en esa carrera hemos descuidado lo que verdaderamente llena nuestro ser, no hemos visto que las cosas que logramos y los estatus acaban al final de la vida, pero hay cosas mucho más importantes que si nos llenarán todos los días de nuestra vida; esas cosas materiales o títulos si no están no nos quitarán la paz y la llenura, porque eso depende de algo mucho más valioso. Colocar la importancia en las cosas que verdaderamente representan la llenura de nuestra vida, las que agregan un valor intangible a nuestro ser y que nos rodea de una vida en plenitud, nos podremos mantener más firmes en el transcurrir de los años, ya que las bases de nuestros logros han sido lo que verdaderamente es valioso para nosotros y no para complacer logros y validaciones influenciados por deseos y placeres momentáneos o los afanes del mundo.