fecha: 2024-10-26

Liberando el dolor.

Heridas que nos acompañan.

Todos tenemos algo que nos duele, pero no lo hagamos más grande, ni permitamos que actué por nosotros, caminemos a la sanación y el perdón, para llegar al momento de tener coraje de superarlo, aprender de ello, recordarlo sin dolor e ir por todo aquello que siempre pudimos haber alcanzado, todo eso que se vio retrasado por el dolor; liberemos nuestra vida del sufrimiento, del dolor, cerremos las heridas con perdón, amor y superación, crucemos así sea dando un pasito tras pasito, pequeño, pero con el tiempo habremos cruzado, que difícil puede ser, pero es el acto más liberador para por fin sacar todo nuestro potencial, perdonar nos libera del dolor y suelta todo lo que llevamos en nosotros que nos atormenta, que pesa, que nos roba la paz, que nos hace ser algo que no somos y que sabotea todo lo que merecemos; perdonarnos a nosotros mismos también por permitir tanta culpa, tanto dolor, por hacernos daño a nosotros mismos.
Entiendo que puede ser difícil, pero es una decisión que tiene que ver más contigo y tu paz, que con alguien más, la sanación es un proceso largo, que vale la pena vivir, porque mereces lo mejor para ti y que en tu corazón viva la tranquilidad, amor y la paz, que se pueda manifestar en tu vida con alegrías, risas y felicidad, sintiéndote libre y tú mismo(a).
El dolor viene del pasado, así que hay un momento en el presente que debemos decidir dejarlo ahí, toma ese momento para invitarlo a que te acompañe hasta aquí, sácalo, riégalo con llanto y justo después declara con toda tu fuerza, que ya no te acompañara más, que será recordado como algo que ya paso y que será reemplazado con el aprendizaje, amor y comprensión, y sobre todo con esperanza de que no volverá atormentar tu vida.