Es triste ver como muchas veces tenemos que hacer cosas por necesidad y esas cosas que tal vez no nos gusta, no nos sentimos bien, peor aún cosas que van en contra de nuestros valores, de nuestra identidad, permitimos ciertas cosas y nos faltamos al respeto por la necesidad, aceptamos malos tratos o malos pagos, trabajamos demás por lo que nos pagan, porque hay alguien que nos espera en casa, porque sentimos miedo de no tener para el día, para comer, pagar el techo, porque tal vez caíste en deudas, por una mala decisión, una enfermedad grave de un familiar, una madre, un padre, un hijo, por la pobreza en la que creciste, deseo que ninguno de estos sea tu caso y si lo fuera, extiendo mi humanidad contigo para animarte a seguir adelante con la fe de que todo esto pasará y la esperanza de que un día será mejor. Muchas veces nos aprovechamos y diría yo, hasta inconscientemente, por no pensar más allá de las situaciones de los demás, no sabemos que vive la otra persona, no vemos que sus ganas de trabajar y su atención es el reflejo de una situación crítica, y lo que hacemos es aprovecharnos de ella, exigiéndole, haciendo comentarios y chistes que lastiman, reprochando lo que hace y actuando como si no nos importara su humanidad, nos falta mucha sensibilidad en reconocer el esfuerzo del otro y ser agradecidos, que tal vez no ha tenido un buen día, un buen inicio de mañana por los problemas antes mencionados. Nos vemos a nosotros mismo en egoísmo, exigiendo nuestros propios caprichos, que son solo eso, cuando vamos a comprar algo, en un restaurante etc. vemos supuestas oportunidades de aprovechar algo que alguien más hace o vende por necesidad y nos sentimos felices de que nos ahorramos dinero, de que alguien lo hizo o lo compramos por mucho menos de lo esperado, y vemos como le estamos robando la fuerza y los sueños a alguien más, tú dirás, pero si necesita y le ayudo, si claro, pero se justó. Hay momentos en que si uno debe exigir, porque muchos dirán: exijo porque yo le pago, porque mi dinero vale, pero debería ese ser el último recurso, junto con el carácter, cuando se quieran aprovechar de ti o manipularte, de lo contrario sé amable primero, empático, entiende cuando alguien pasa por una situación difícil y se justó.