Mi intensión aquí es tratar de explicar a Dios desde un punto de vista significativo, ya que tal vez sea la primera vez que escuchas esto, entiendo que tal vez culturalmente sabes que existe Dios, pero lo que te es difícil, es entender lo que es Dios y su presencia en nuestra vida, tal vez has pensado y vivido a Dios como algo que solo escuchas por ahí o como un personaje mítico del que solo se habla como si no estuviera cerca con nosotros. Dios es la energía primigenia del universo, no se crea ni se destruye, todo lo sabe, todo lo puede, todo lo llena, omnipotente: poder ilimitado, omnisciente: que todo lo sabe, omnipresente: está en todas partes, Salmo 139. Dios empezó a crear, en una explosión de su creatividad, es un ser creativo, que se expresa a través de todo lo creado en el universo, Dios creo todo usando su palabra y todo se manifestó en la materia, espacio y tiempo, ‘Por la fe entendemos haber sido constituido el universo por la palabra de Dios, de modo que lo que se ve fue hecho de lo que no se ve’. Hebreos 11:3 Nadie creo a Dios, existe desde siempre, Dios es el increado; el universo, la materia y tiempo se crea en un momento, con lo cual aquel que lo creo no es material, ni temporal, ese es Dios, si piensas que es difícil de entender, es que lo estás entendiendo, porque no es fácil para nuestra mente finita, entender algo que va mucho más allá de todo lo conocido, también porque nos aferramos a creer solo lo que podemos encapsular en nuestra mente, es la razón por la que a cosas complejas buscamos encerrar el concepto en un símbolo o representación gráfica para poder ser comprendida, razón por la que agrupamos los números, entre otras cosas más en letras o símbolos, para poder entenderlos con facilidad, asociarlos a nuestra mente, entonces ¿cómo podemos entender algo que va más allá de nuestra materia y pensamiento finito?, entendiendo su palabra y usando nuestro espíritu que proviene de él, el cual es energía espiritual en nosotros y que muchos mantenemos dormido, sin usar. Si pudiéramos entender a Dios en su totalidad o con facilidad en nuestra mente humana, pues entonces no estaríamos hablando de Dios, porque como lo he escrito, es un ser que está fuera de toda comprensión material, espacial y temporal, podemos entender a otra persona porque es humana pertenece a nuestro mundo; su energía y creación reflejan su magnificencia y su grandeza, hasta la micro composición más compleja descubierta por la ciencia demuestra la capacidad infinita de creación de Dios. ‘Yo soy el que soy’. Éxodo 3:14, significa siempre, desde siempre, es el ser cuya esencia es la existencia, ser que existe, la esencia humana es la contingencia, no existíamos en algún momento, empezamos a existir y dejaremos de existir físicamente, somos contingentes, es decir nuestra existencia no es necesaria, Dios es el ser cuya existencia es necesaria y cuya esencia no es la contingencia, sino que es la existencia. Sentir la presencia de Dios en nuestra vida, de lo que tal vez has oído hablar a otros, no es una locura o algo irracional, es una conexión de nuestro espíritu que proviene de Dios con el Dios mismo, cuya esencia es espiritual y pertenece a ese mundo, si nos esforzamos en conectarnos con él por medio de la razón, la emoción o pensamiento estamos utilizando nuestros órganos terrenales, lo cual no permitirá conectarnos con la verdadera esencia de Dios, esta confusión sucede porque no tenemos realmente claro que es nuestro espíritu y para qué es, el espíritu es como el órgano para conectarnos con Dios, pero si no lo usamos es como cuando no ejercitamos nuestros músculos o alguna parte del cuerpo, la capacidad de usarlo se atrofia.
Deseo aclarar que cuando escribí esta entrada, mi intención no es mostrar a Dios como un ser místico o una energía mística en el universo o que Dios sea la energía del universo o el universo mismo, pues es su creación, debo aclarar que Dios es espíritu que se manifiesta en la creación como lo que es su creador, el fin no es que confundamos al creador con lo creado, sino que entendamos la naturaleza y grandeza de la divinidad, nuestro único Dios.