fecha: 2024-08-29

El camino devuelta a casa.

Proceso en el desierto.

Cuando yo le di el lugar que Dios ocupaba a otras cosas, fue donde le di entrada al estrés y con ello a la ansiedad y las preocupaciones.
Sentía que me iba bien, que estaba logrando las cosas, que tenía el camino hacia mis sueños, pero dándole valor a otras cosas más que a Dios, esas cosas me enamoraban y me enorgullecían, pensé que podía tener a Dios conmigo, pero realmente me alejaba de él.
Sentía que podía hacerlo, que solo mi esfuerzo era necesario para afrontar todo lo que tuviera en frente y esas cosas se fueron apoderando más de mi atención, de mis anhelos, mi tiempo y de mi corazón.
Entonces las cosas empezaron a cambiar, tuve un anuncio y todo empezó a ser una lucha, un cansancio, un estancamiento, comencé a sentir el vacío, las preocupaciones, la ansiedad, el estrés paralizaba mi cuerpo, la energía ya no era la misma, el agotamiento emocional y mental invadió mi pensamiento, la incertidumbre y el insomnio consumía mi energía y mi voluntad misma, los pensamientos cada vez eran menos claros, sentía como si fuera sido sacado del camino, como si fuera perdido el rumbo, sentía que no quería existir más, estaba cansado, agobiado, me sentía en una carrera en desventaja, desprotegido y en peligro, intentaba con todas mis fuerzas tomar el control, pero me resultaba más desgastador.
Entonces alce la voz en medio de mis problemas, declare ayuda a Dios padre y me recordó que estaba cambiando lo más valioso que tenía por las cosas de este mundo, entonces me dijo que debía volver a casa, que debía volver a Dios.