Es nuestra costumbre solo ver lo malo, hasta nos esforzamos en ver el punto negro en una pared blanca, estamos listo para encontrar el error para recriminar y llamar la atención, y aunque en procesos y en actividades empresariales esto nos ayuda a mejorar, nos acostumbramos solo a eso, y pasamos por alto también lo bueno que se ha hecho. En ocasiones nos enfocamos en encontrar el pequeño error en un trabajo muy grande bien hecho, de mucho esfuerzo y dedicación, ahí es donde vamos perdiendo la motivación por el esfuerzo. Aprenda a reconocer también lo bueno, animar por las buenas labores o los pequeños detalles, motiva a la construcción de hábitos correctos. No permita que los buenos esfuerzos solo pasen son alto, y que los malos momentos sean la insignia, sino que podamos estar gratos con nuestro buen trabajo como un sello que habla por nosotros, y que no se sienta como algo que no vale el esfuerzo, que los errores sea solo para mejorar y ganar experiencias, no el sello calificativo para olvidar todo lo bueno que se haya construido. Algunas personas cargan con sus errores porque solo han aprendido a verlos, algunos otros están atentos a ver cuando el otro se equivoca, para resaltar su error; a veces hacemos un arduo trabajo para sentir como nos recriminan un pequeño error o sentir como a nadie le importa. Aprenda agradecer lo sencillo detrás del gran esfuerzo, aprenda a reconocer o agradecer el esfuerzo del otro, puede empezar a ver como su equipo aprende de sus errores, pero se motiva a ser mejor, hacer sus tareas con excelencia porque siente que está dando lo mejor de sí. Aprenda a equilibrar entre ver lo bueno y lo malo, lo bueno para direccionar y lo malo para ganar experiencia, para hacer crecer al otro o reconocer el sello de su trabajo. Y aun así aunque algunos no necesitamos validación por lo que hacemos, si deseamos estar en un lugar donde nuestro trabajo es valorado y la experiencia que ganamos nos ayude a crecer, como de lo bueno y lo malo hemos aprendido.