fecha: 2025-10-13

Honra a tu padre y tu madre.

Fácil o difícil.

Honrar a tu padre y tu madre, para que tus días se alarguen en la tierra; qué tan fácil o qué tan difícil es para unos u otros entender y aplicar este mandato; ¿tiene la misma connotación para todos?, muchos hemos escuchado esto y veo que para algunas personas les parece una tarea realmente compleja por su historia familiar disfuncional, en el peor de los casos maltrato, abandono, paternidad ausente, violencia física o emocional.
Todos sabemos que este principio con promesa es algo ordenado y que debemos cumplir; si usted creció en una familia con toda manifestación positiva que ha hecho de usted un mejor ser humano, lo mínimo que debe hacer es horrar a sus padres y reconocer su esfuerzo.

De una manera u otra lo mejor para nosotros en cualquier condición es cumplir con esta instrucción que se nos ha dado para el beneficio de nuestra vida.

Y si tal vez la estamos viendo de una manera incorrecta, tener mucha más claridad y profundidad en este asunto puede abrirnos un camino mucho más capaz de afrontar en nuestra vida, en vez de que con solo escucharlo reusarnos asumirlo, enfrentar las cosas que nos duelen nos ayuda a crecer como personas, reflexionar y tener un testimonio para emprender una nueva vida liberada de cualquier atadura.

Honrar a tu padre y tu madre es ser consciente de:
1 - Entender, ¿Qué es honrar?, traducido como peso, reputación, reconocer el valor, importancia; significa que nuestros padres tienen un peso significativo en la vida de sus hijos; dar peso ‘importancia’, reconocer el valor, valor significativo, una reputación valerosa, respeto; reconocer el peso que tienen en nuestras vidas(lo reconozcamos o no); entender que lo que hayamos vivido tiene un peso significativo en nuestras vidas; entender que ellos mismos son seres humanos rotos(Dios nos llama a la misericordia); entender que tengo más y mejores herramientas(he llegado para ser solución); entender que mi reputación y mi buen nombre, mi buen comportamiento, honra sus apellidos, sus nombres(da valor y reconocimiento); entender que lo merezcan o no, hay una parte que tiene que ver más con nosotros que con ellos.

2 – Dirección, honrar es decidir estar por encima del dolor por mí, por ellos, pues el resentimiento puede destruir una oportunidad de restauración personal para una persona; romper cadenas de resentimiento, dolor que afecta el desarrollo de nuestra vida; hemos sido llamados a una nueva dirección, donde es necesario dar un giro; cuando conformamos nuestra propia familia es la oportunidad de tomar esa nueva dirección.

3 – Confiar, disponerse a dejar que Dios nos lleve por un nuevo camino familiar; entrar en una visión de la restauración, reflexionar sobre como estas cosas han sido para bien; aunque en nuestro entendimiento algunas cosas parezcan injustas o incomodas nuestro Dios es un Dios justo y bueno, lo que nos pide es por nuestro propio bien que tal vez no entendemos; Dios entiende tu dolor, pero lo mejor que puedes hacer es confiar en él.

4 – Perdonar, aprender de lo que paso para convertirnos en mejores para nosotros y para otros, para ser testimonio y ayuda; no permitir amargura y sentimientos negativos que sabotean nuestro futuro, propósito y nuestra futura familia; todo lo que se haya hecho significativo en nuestras vidas debe ser reconciliado con el perdón; perdonar es entender que en el señor el pasado ya no es significativo, mi mente y mi enfoque se encuentra en el origen y en el futuro que Dios ha diseñado para mi vida y mi casa.

Perdonar más que un bien para otro es un bien para nosotros mismos, Dios entiende que no perdonar no nos hace bien, nos arrastra a la repetición, a estar fuera del diseño familiar y de una vida plena personal.

Honrar a nuestros padres tienen que ver con nosotros mismos, recordar que debemos cumplir conscientes de la nueva posición que tomamos y la gracia que Dios nos ha dado.

Una vida de juicio, castigo y resentimiento no es lo que Dios espera de un hijo, pues al final del día el juicio es de Dios, las obras que él puede hacer en nuestra vida también; vivir una vida encerrada en un círculo de amargura y dolor solo nos lleva a desperdiciar lo maravilloso que podemos encontrar en una nueva vida de esperanza.

Perdonar y honrar no necesariamente tiene que verse como si nada hubiera pasado o irse a los brazos de alguien, es despejar nuestro corazón de cualquier peso de culpa y darlo al otro cuando genuinamente lo busca para que el otro también se libere, lo que muchas veces debemos ser conscientes y entender, es que el tiempo que no hayamos invertido en construir un vínculo o su destrucción no es algo que debe pedirse con obligación, pues un vínculo es algo profundo que se forja, talvez hay cosas que ya no se volverán a unir, no porque se odien sino porque el tiempo de formarse termino, y hay que tener paz con eso.