fecha: 2025-10-12

Características difíciles de las personas.

La tarea de querer al prójimo.

Por más que uno quiera ser tolerante y paciente con todos, hay unas características que algunas personas tienen, que por alguna razón no sean dados cuenta que las tienen o simplemente no le importa que las tengan, esas características son las que hacen difícil socializar; todo el mundo puede ser como desee, pero cuando se trata de interactuar con otros si deberíamos ser un poco más prudentes, es más, yo veo más beneficio en cambiar estas actitudes que poseerlas.

La soberbia, hay personas con las que se vuelve difícil tratar, porque tienen un sentimiento de superioridad, de orgullo que no permite la opinión o la acción de alguien más, se vuelve incómodo cuando se trata de trabajar en equipo.

El chisme, hay personas que les gusta hacer comentarios sobre otras personas, colocar etiquetas o hablar en nombre de otro, esta es una de las cosas que más me molesta que una persona tome decisiones o hable de uno como en representación; creando malos entendidos, comentarios y chismes.

Egocéntrico, el que cree que todo debe girar alrededor de él, que solo importa lo que diga o que en el peor de los casos utilice a otras personas para su beneficio.

Ingenuidad, algunas personas usan la ingenuidad para querer llevarte a hacer una cosa, convencerte de algo, maquillar un comportamiento que sabe que no es correcto para perecer bueno; me molesta la gente que usa la ingenuidad con otra persona, eso es engaño y manipulación.

Mentira, la persona mentirosa es un peligro, puede meterte en problemas, no sabes cuando creerle y ese sentimiento de desconfianza no deja que se forme una relación sana.

Ironía o sarcasmo, que feo es hablar con una persona irónica o sarcástica, que hace sentir a los demás menos con sus comentarios y hace creer que solo sus opiniones son valiosas, espera que alguien habla para lanzar una ironía despectiva hacia las buenas intenciones o sinceridad de alguien.

Así como hablar con aquel que ha tomado como habito la queja y la victimización, algunos reclaman en su defensa: ¿es que uno no puede contar lo que le sucede?, y no es eso, es que ya lo ha hecho parte de tu narrativa de vida, la queja solo trae más miseria; si te quieres quejar y victimizar hazlo, pero solo una vez desahógate y para, no te aferres a ese hábito; por esta razón uno se vuelve el malo cuando uno trata de despertar esta persona hacia la acción, tomar el control de su vida.

Las personas con las que no se puede hablar cierto tipo de tema, porque empiezan a alzar la voz, como si con el tono alto fuera más verdadero lo que están defendiendo, la persona que cierra su mente con orgullo a tener la razón como sea, nunca verá que está equivocado; se vuelve extremadamente difícil hablar temas importantes con estas personas.

Todo ese tipo de características hace difícil el trato con algunas personas o se limita el grado de confianza y afecto que se brinda, ninguno de nosotros es perfecto, pero una cosa a veces es no darnos cuenta de la manera en que actúanos inconscientemente, a quien no se le ha salido un comentario, una palabra etc. otra cosa es que esta conducta sea un hábito de relacionamiento, también otra cosa es que sabiéndolo no nos importe, debemos reconocer nuestras conductas y tener el tacto con las demás personas, hacernos más fáciles de socializar, de interactuar, no todo el mundo debe recibir el trato al que debes estar acostumbrado en tu casa, con tus amigos, en tu trabajo etc.

Hagámonos más fácil como prójimo de querer, las miradas, los gestos y las palabras construyen una parte importante de la convivencia social en nuestras comunidades, tengamos esto en cuenta para aquellos que se esfuerzan en cambiar estos hábitos, aquellos que están luchando con doblegar su orgullo, su carácter, su reactividad, con aquellos que se esfuerzan en amar a los demás.

Porque hay personas que nos hacen difícil la tarea de querer a otros, tal vez no tengamos que lanzar unos a otros con abrazos, pero si deberíamos tratar a todo el mundo con respeto.