Disculpe sonar religioso, pero sé que no es así; usted que sufre, que se deprime, que se culpa, que se desvalora, que se aflige, que se siente abandonado, traicionado, sin valor o que lucha con una carga, una adicción, una mala conducta, un corazón herido etc. usted necesita un encuentro con el señor Jesucristo.
A veces creemos que hay que ser muy digno o que debemos hacer alguna buena obra para encontrarnos con Dios, pero lo cierto es que ningún ser humano es digno de estar en la presencia de Dios, solo por medio de su hijo Jesús, Dios ha hecho un puente para que podamos estar cerca, solo por medio de Él quien vivió la vida perfecta que nosotros no podemos vivir, solo por medio de él somos dignos de acercarnos a Dios.
También creemos tradicionalmente que la forma de entrarnos con Dios es mediante ritos y prácticas religiosas, que todo lo que hable de Dios es religión, lo cierto es que todo lo que ha hecho Dios es precisamente para eliminar las barreras que nos separan, todo lo que hizo fue para restaurar la comunicación con nuestro creador, mediante su hijo.
En ocasiones sufrimos más de lo debido por desconocimiento, esclavo de nuestras propias verdades subjetivas, nuestro condicionamiento social, creencias adquiridas, de mentiras preconcebidas en nuestra mente, manejamos un lenguaje despectivo que nos va haciendo daño.
Que bueno saber que hay alguien quien toma nuestras cargas, que nos da paz y seguridad, que nos brinda una esperanza de vida, que es fiel y que nos consuela en medio de las tormentas. Que nos asegura una victoria y que promete estar siempre a nuestro lado.
Que bueno es saber que cuando todo parece perdido y nuestras fuerzas ya no dan, él puede tomar el control, que tenemos alguien en quien confiamos firmemente y que su voluntad es buena para nosotros.
Sus promesas nos alientan en este trayecto de existencia a seguir el camino y sobre todo a enfocarnos en lo verdaderamente importante, verdadero y valioso, porque a veces tomamos cargas sin sentido, a veces intercambiamos la paz por cosas tan sencillas, el amor por cosas no valiosas, él abre nuestros ojos a manifestar lo verdaderamente importante en nuestra vida.
Él entiende nuestro sufrimiento y es precisamente por eso que debemos acercarnos confiadamente a él, para ser liberados en nuestra mente de las cadenas que nos atan, de los sentimientos que nos atormentan y del pasado que nos pesa.
Me preocupa que hay personas que se suicidan después de una larga batalla en su interior, sin haber abierto la puerta de su corazón de conocer a Jesucristo, aunque no creyeres y fueras escéptico porque no intentarlo, te aseguro confiadamente que es la mejor decisión de tu vida, la decisión que restaura tu alma, tu mente y tus sentimientos, te da el gozo y la frescura de una nueva vida y una nueva identidad.