Esta entrada se basa en la disposición que tomamos de seguir aquello en lo que creemos, si cuando lo que creemos viene de una conexión de nuestra consciencia, no de algo inventado o influido sino de algo que Dios ha puesto en nuestro sentir humano.
No hacer por moda sino por propósito.
Las voces del mundo exterior nos pueden alentar a callar, no intentar poder expresar eso maravilloso que podría ayudar a otros, mucho de lo que hacen la mayoría de personas viene de modas, de algo influido que tal vez no son, entonces dejamos a un lado nuestro propósito de vida por seguir modas.
Mantenerse firme.
Creer en algo y mantenerse firme no siempre puede ser fácil, pero esa convicción y fe será recompensada en el tiempo correcto; el afán, la presión, la impopularidad puede hacernos abandonar, pero cuando llegue el momento puede que todo tenga sentido.
Hacer creyendo siempre que sea lo correcto.
Tienes miedo de equivocarte, miedo de fallar, de intentar, de que nadie te apoye, pero algo te dice que es lo correcto, que tienes una respuesta, que debes hacerlo, que debes dar el paso, expresar tu visión al mundo, contarlo, nadie debería ser juzgado por intentar hacer lo correcto, lo correcto no en nuestro entendimiento limitado, sino lo correcto que viene de nuestra consciencia.
Estar abierto con humildad a estar equivocado.
Parte de la vida se basa en algunas prácticas muy seguidas como: las disculpas, el perdón, el arrepentimiento, el aprendizaje continuo etc. hay una que es la de estar abierto y humilde a reconocer cuando uno se equivoca, incluso pensar que uno puede estar equivocado en ciertas cosas de la vida, porque hay cosas que evolucionan y van mucho más allá.
Tener discernimiento.
Tener esa capacidad interior de discernir las cosas que son mucho más profundas y que nuestros ojos no pueden ver, podemos tomar las cosas tangibles y las situaciones que vemos con prisa, tomarnos un tiempo para discernir es poder escudriñar en lo profundo de algo.
Tal vez te sientes atrapado en la inseguridad, en la necesidad que alguien valide tus planes, tus palabras o ese propósito que se ha puesto en ti, tienes miedo de estar equivocado, de fallar, de que nadie te crea, que visite tu negocio o que simplemente te escuchen, pero vemos que en el mundo los que saben dudan de sí mismos y lo que no saben hablan con seguridad, entonces si sientes de haces lo correcto y que eso que deseas entregar al mundo, es un propósito mayor que cualquier cosa personal, deberías intentarlo, porque cuando uno no expresa su propósito, este no te dejara tranquilo, sino que buscara la forma de llevarte al cumplimiento.