El perdón puede ser algo difícil, algo complejo, pero es algo que nos libera, que incluso puede hacer mucho más por quien perdona que por quien fue perdonado, aunque se espera que sean los dos, uno sea libre del dolor y el otro de la culpa, el perdón no necesariamente vuelve todo como si no hubiera pasado nada, asumir las consecuencias es poder soltar el dolor y ver más allá, es dar un paso más delante de nuestra mente estancada, un enfoque en el dolor y el resentimiento engrandece el padecimiento, entender que en muchas ocasiones el juicio y la reprensión le pertenece alguien más para no tener que dañarnos la vida con la carga y la venganza, a veces es difícil de entender, pero entenderlo y aceptarlo, nos permite liberarnos y no permitir que nuestro corazón y la vida misma se nos pase en la amargura, la venganza y él autosaboteo intentando saciar un dolor que se engrandece. Aunque a veces sea difícil de entender, es bueno ver con los ojos de alguien optimista, con alguien que trae voz de esperanza, si todos intentáramos vengarnos de todo el mundo a quien juzgamos, en que clase de mundo viviríamos, muchas veces es mejor dejar pasar y concentrar nuestra energía y creatividad en algo más placentero, en ayudar a otros con lo que hemos vivido y aprendido, porque la vida es valiosa, el tiempo pasa y tú también mereces ser feliz, como las personas que ves y piensas que a ti fue a quien le toco lo peor, tú también mereces ser feliz, no llenándote de cosas para llenar el dolor, sino sanando tu corazón para así llenarlo de amor, comprensión y alegría, cada día es una oportunidad más para decidir que eso que te paso, el dolor, la culpa, el resentimiento, el juicio, el resentimiento termina en ti, que tienes el derecho de formar un círculo familiar o de amigos donde te sientas en paz y amor. Es fácil para nosotros los humanos victimizarnos, pasarnos la vida quejándonos y lamentándonos, pero piensa que eso que te paso o te pasa, en vez de decir: ¿por qué me toco a mí?, significa que todo eso termina en ti, que eres esa persona que llego a un lugar a una familia para terminarlo, para que no siga sucediendo, eres la respuesta y la solución, no es que te tocara, es que tú lo terminaras. Esta sociedad parece estar llena de familias rotas, de personas llenas de cargas de son el reflejo de vidas agresivas o pasivas, recalco el papel importante de crecer en familias sanas, en familias funcionales y presentes, si viviste lo contrario te invito a no señalar ni culpar, si estás leyendo esto es porque tiene la oportunidad de aprender lo que talvez otros no aprendieron, si estás leyendo esto es porque tienes la intención, disposición y la oportunidad de hacerlo mejor, no repetir los errores, de educarte, siempre mirando al futuro y lo que mereces. Necesitamos entrar en el proceso de sanar mediante el perdón y no solo a otros, también a nosotros mismo, si sientes culpa, por permitirte hacerte daño con tus pensamientos, con tus propias palabras, para no repetir las historias, para pensar con claridad y sabiduría, no desde el rencor o dolor. El perdón refleja la necesidad de soltar las cargas, comprender lo que paso y porque, y verlo como un aprendizaje y sobre todo algo de lo que podríamos hablar para decir que lo hemos superado y que tú también lo puedes hacer, reprimirlo no te ayuda, transformarlo y superarlo sí.