Los que tienen pensamientos de suicidio, los que no sienten un sentido de vida, sienten un mundo injusto, los que se sienten oprimidos, abatidos, que nada tiene sentido, los que se sienten perdidos. Fuera de nuestra burbuja, pero cerca a los alrededores podemos ver gente que padece, personas que se sienten sometidas a vidas que no quieren, aquellos que quieren intentar salir, pero sienten miedo, porque se estiman como el mundo mide el valor y llegan a no sentirse suficientes. Que las situaciones difíciles una tras otra, un ambiente de cero optimismo, han permeado de manera profunda su esperanza, algunos se mantienen, pero solo sienten que resisten los días, caminan con miedo y aparentando estar bien, el complejo que puede acompañar es una cárcel, algunos otros ya se rindieron y han tomado una actitud de enfrentar el mundo con hostilidad y rencor, pagando igual, pero aquellos que se mantienen nobles, pero sin mucho que anhelar y con miedo, siguen ahí, sin esperar pero con anhelo de una experiencia nueva. A veces el mundo que rodea a cada uno se vuelve hostil, desde pequeños aprendimos y guardamos cosas que nos hacían daño, y moldeamos nuestra mente en creencias y pensamientos que mantienen preso nuestra capacidad de liberarnos de las cadenas que nos persiguen o que nos atan, podemos tener muchas cosas que nos abruman, solo quiero decirte que podemos, sí, podemos renunciar a esas cadenas, a esas ataduras y que puede que no sea fácil, pero es momento de dar un paso, otro y otro, es momento de empezar a moverse, levantar la cabeza y ver la luz, empezar a pensar diferente, a decirnos cosas con optimismo, aferrarnos a eso que trae esperanza a nuestra vida y seguirla ampliando, hasta que en nuestro rostro exista una sonrisa genuina y un pasado recordado sin dolor, un presente construido con nuestras manos. Puede que sientas miedo, pero con pequeñitos pasos vas a ver que nada pasa, que muchas de las cosas a las que temes solo están en tu pensamiento, entonces das otro y avanzas, todos merecemos el bienestar, todos merecemos ser felices, a veces solo basta con escuchar una nueva realidad, una nueva forma de ver las cosas que nos suceden y saber que podemos asumirlas de la mejor manera para seguir caminando con lo más valioso que podemos hacer construir una vida feliz.