Cuanto no hemos escuchado de intentos de acuerdos de paz, acuerdos que se rompen o que no se logran, a veces pienso que no podemos hacer la paz, una paz verdadera, porque nosotros no la damos, lo que si podemos hacer es negociar un poco de humanidad. Humanidad para entender que muchas personas pagan las consecuencias de unos pocos y que no es justo que por desacuerdo de un pequeño grupo de personas, tantas vidas padezcan, humanidad para que estas personas tengan un poco de vida digna. A veces la guerra parece inevitable, como las razones tontas, ojalá no seamos esa generación que la produzca, ni nuestros hijos la conozcan, y si se produjera haya un poco de humanidad para que los inocentes corran, para que las familias se despidan, para que las personas puedan ver por última vez sus casas y sus pueblos, un poco de humanidad para preservar los derechos básicos de aquellos que no la produjeron. La guerra y su violencia en cualquier nivel es inaceptable, pero hoy vemos como aquellos legalmente y muchos otros rebeldemente han acumulado el poder para desatar esa tragedia, a ellos para los civiles inocentes adultos, ancianos y niños, un poco de humanidad.