Tal vez en otras personas que pueden equivocarse, pueden irse, pueden un día no estar, en personas que toman sus propias decisiones, que cambian de opinión y toman otros caminos. Talvez está en el dinero que quieres alcanzar o el que acumulas, el que está expuesto a situaciones externas que no podemos controlar, como las crisis económicas y políticas, la inflación, a sucesos inesperados que pueden sucedernos. Talvez en posesiones materiales que se van devaluando, que se dañan con el tiempo, que podemos perder, que pueden romperse, que te puede robar. En tu trabajo que talvez un día te levantes con la noticia de que ya no lo tienes. Todas estas cosas parecen sólidas en el día a día, pero realmente son frágiles, no quiere decir que no sean importantes y que no deban tener su atención, pero el punto es que cuando nos aferramos a estas cosas como si la vida no fuera más, y por alguna razón caemos en la realidad, entendemos que hay cosas mucho más valiosas que debemos cultivar. Colocar nuestra confianza, nuestra esperanza, nuestras expectativas en cosas tan frágiles puede hacer que en el momento difícil, en el momento en que se rompen, nos lleven a esos sentimientos y pensamientos de dolor, de aflicción, sentir que toda nuestra vida acabo y llevarnos a tomar decisiones equivocadas, decisiones que empeoran nuestra situación, desvalorizar nuestro valor personal, sentir desprecio y culpa por nosotros mismos. Perder cosas, fallar y caer puede doler, sí, puede hacernos sentir frágiles, si, pero si nuestra confianza y esperanza esta en el lugar correcto, podremos tener la fe de salir de esas situaciones difíciles, podemos tener algo de valor para confiar en la salida y que los tiempos que siguen son mejores, nos permite tomar un respiro y confiar que nuestra esperanza está en algo más sólido, que sigue en pie y que nos ayudará a pasar tiempos difíciles. Puede que muchas cosas en la vida te defrauden, que algunas se pierdan, se caigan, que pienses que todo el mundo falla, pero Dios permanece siempre, que triste es llegar a lo alto y darse cuenta de que no hay nada o que perdiste lo más valioso por cosas que se deterioran, se pierden, que a veces el mundo no es justo, que nada asegura que nuestra fuerza y nuestro trabajo será recompensado con justicia, pero la única esperanza que permanece viva a través de los años es Dios. Es la única esperanza que trasciende más allá del momento en el que morimos, porque todo lo demás se queda si es que aún se tiene, a veces los que mucho atesoran pierden la vida aferrados a eso que le roba la paz, cada día las cosas se pueden perder, la gente se puede ir, el esfuerzo puede que no sea recompensado, las expectativas cumplidas, lo mucho y lo poco puede ser aflicción de corazón, pero Dios sabe como recompensar, sabe como dar paz, él sabe como dar atención a todas estas cosas, Dios sabe como enriquecer sin tristeza, sabe como recompensar la confianza.