Hay personas buenas que hacen cosas malas, hay personas malas que hacen cosas buenas, pero los justos hacen lo que es recto, correcto delante de los ojos de Dios. Por ley buscábamos ser justos, pero ahora hemos sido justos por medio de haber sido justificados por aquel que murió por nosotros, así que más que buscar la justicia para los demás, la justicia debe buscarse para uno mismo, lo que quiere decir es que primeramente piensa en actuar justamente antes de señalar a otros o mejor no lo hagas, no señales, busca ser justo contigo mismo y con el Dios que te dio la vida, con el Dios que te ama y que dio lo más valioso por ti. Actuar con justicia es actuar buscando la consciencia de la verdad y el amor por el otro, no por emociones pasionales, muchas personas motivadas por emoción intentan hacer el bien y terminan haciendo el mal, así que más que actuar de una manera buena, creo que debemos actuar de una manera justa tanto para ti mismo, como para los que te rodean. Los principios y valores que se alinean con la justicia deben estar claros en nuestra vida, la honestidad, la sinceridad, el amor, la empatía, el discernimiento, la compasión y la bondad, no para actuar como bueno, sino para hacer lo que es justo para todos, ahora la definición de justicia puede estar sesgada en cada uno de nosotros, pero hay un punto central en todo esto, y es la fuente suprema de justicia, no es como la entendamos, sino como debemos vivirla. Para mí ha sido difícil entender la justicia porque yo mismo la he deseado, yo mismo he sentido la sed de ella, yo mismo la he sentenciado, ha salido de mi boca, viendo con mis ojos como los malos se jactan de la injusticia, de su acaparamiento de poder y opresión, mis ojos se cansan de ver tanta injusticia y mi corazón se turba al ver que prospera, escribí en mi Twitter hace unos días. A veces creemos que hacemos el bien con ciertos buenos actos, pero terminan siendo malos, hay hombres buenos, pero no justos, a veces creemos que colectivamente hacemos algo bueno, pero dañamos a muchos otros, cuál tan difícil es entender que nuestra naturaleza no nos permite ver más allá de los actos, que no basta con hacer cosas buenas, sino cosas buenas y justas para todos, para que juntos vayamos por el camino de la verdad y la vida. Para que juntos caminemos y construyamos una sociedad no individualista sino colectiva principalmente en el bienestar común más que en uno sentimiento egoísta, la injusticia prospera porque creemos que hacer algunas cosas buenas está bien y tener algunas conductas inapropiadas también, la injusticia prospera porque colectivamente no nos importa lo que pase, porque no estamos dispuestos a ceder a nuestros caprichos colectivos y que significa que solo renunciando a ellos podemos ser justos para todos. Los buenos tienen buenas intenciones, pero solo manteniendo el corazón así de abierto y la conciencia en verdad podemos hacer un acto justo, y lo justo a veces requiere desprendernos o ceder de ciertas cosas a las que nos aferramos para que desde el ahora hacia el mañana, la justicia nos cobije a todos. Los malos se jactan y se enorgullecen de sus actos, asechan y se burlan por todo el mal que hacen, ¿En qué momento tu corazón amo el mal? Puede que todo lo que haces viene del dolor, un dolor que consumió tu corazón y tu consciencia, pero todo en lo que te jactas, te enorgulleces y te burlas te consume, y si alguna vez amaste o aun amas sabes que el mal, te traiciona. Debo reconocer que yo he sentido que todos los injustos, asechadores, malos, corruptos, opresores etc., deben pagar, pero eso solo me ha llevado a tomar tiempo para entender que la justicia es algo que le corresponde a Dios y que él ha dispuesto la gracia a todo el mundo, buenos y malos para que se arrepientan y que la misericordia y justicia de la que yo siento que debería ser, también está dispuesta por voluntad de Dios para todos. El perdón no exime que alguien deba asumir las consecuencias, ser justo con la vida es saber cuando uno debe hacerse responsable, una persona no debería creer que ser perdonado es evadir la responsabilidad de sus actos, hay algo que dice que el que ama la sabiduría abraza la reprensión, pero aquel a quien le molesta se vuelve necio y crea discordia. De ninguna manera es válido ser una persona que actúa con maldad, e invito a todo el mundo alejarse de cualquiera de sus manifestaciones y hacer uso del arrepentimiento, se una buena persona de corazón haciendo cosas de manera justa, agradable y sincera.