fecha: 2025-01-05

Perdidos en la complejidad de nuestra naturaleza humana.

Dudas, ignorancia, desconocimiento, miedo, temor, heridas, etc.

Como seres humanos contamos con una amplia complejidad interna, enfocándonos en lo que es nuestra mente y emociones, muchos de nosotros nunca se nos ha enseñado a reconocer nuestros pensamientos y emociones, a distinguirlos y gestionarlos de una manera adecuada, manejar lo negativo que influye nuestra conducta, creo que por alguna razón el pensamiento humano tiende por defecto a la parte negativa de pensamiento, para una persona le es un mucho más fácil pensar que algo le va a salir mal, que no lo lograra, que no puede hacerlo, que no lo merece, que le sucederá algo, dejamos que no saber cómo gestionar el pensamiento negativo se apodere de nuestro vocabulario y de nuestra creencia de nosotros mismos, y esto materializa nuestra vida externa. Son muchos los pensamientos y emociones que al no saber cómo manejar, se apoderan automáticamente de nuestras palabras y conductas, y se manifiestan en su equivalente físico en nuestra vida, para nosotros quizás debería decir nuestra mente, es mucho más fácil buscar personas igual que nosotros que valide lo que pensamos y decimos, que afrontar y gestionar nuestra propia mente y emociones, porque esto a nuestro cerebro le requiere un gasto mucho mayor de energía, el proceso de crecer como persona y mejorar requiere un esfuerzo que la mente hace todo lo posible por no asumir, por eso nos cuesta tanto mantener el cambio al principio, hasta que podemos desarrollar la neuro-plasticidad, intentándolo con disciplina.
Cuando permitimos dejarnos controlar totalmente de manera automática por el pensamiento negativo y las emociones negativas, yacemos perdidos en la complejidad de nuestra naturaleza humana sucediendo de una manera descontrolada llena de dudas, ignorancia, desconocimiento, miedo, temor, heridas, etc.
Perdemos el control de decidir sobre nuestra propia vida cuando no controlamos lo que no deberías guardar en nuestro interior, ignorar lo que podemos hacer para vivir más ligero emocionalmente, más en paz mentalmente, ignorar lo que podemos hacer para sanar las heridas del pasado, para crecer sustituyendo hábitos destructivos, lo que podemos adquirir como herramientas para aclararnos de las dudas que vivimos en algunas etapas, enfrentar el temor reduciéndolo, si no aprendemos como gestionar y asumir nuestros pensamientos y emociones, viviremos sumidos en la complejidad de ser llevados por estos a cualquier lugar, menos al que deseamos llegar, talvez a una vida con complicaciones y problemas que pudimos haber evitado fácilmente, a tener una vida que no deseamos.
Nuestra mente se convierte en un problema cuando no quiere cambiar, no quiere crecer, no quiere esforzarse, levantarse temprano, no quiere estudiar, trabajar, no quiere hacer algo que parece difícil, no quiere tomar riesgos, no quiere trabajar un poco más, no quiere creer y le cuesta, no quiere tener fe y esperanza, cuando es pesimista de nuestro futuro, cuando su condicionamiento nos orienta a autosabotearnos, cuando guarda sin control pensamientos negativos, no quiere hacer, no quiere creer, tiene miedo de la crítica y el fracaso, no quiere tomar oportunidades, todo esto genera emociones y sentimientos que nos mueven, nos hace tomar o no decisiones de acción, y peor aún es cuando le creemos, que somos lo que nos toco ser y que todo lo que queramos hacer esta limitado.