Llegando a la entrada número 100 y haciendo referencia al mismo, al número con una referencia escrita llena de agradecimiento, gozo y alegría. Si vamos metidos en el afán de este mundo, no podemos darnos cuenta de lo mucho por lo que debemos agradecer, el agradecimiento abre las puertas de la oportunidad, pero más aún hace un llamado a la paz y la tranquilidad en nuestra vida, enfocándonos en lo que tenemos y por lo que debemos agradecer en vez de lo que nos hace falta o alguien más tiene. Seamos agradecidos con la capacidad de admirar las pequeñas cosas de la vida, cada cosa por simple o pequeña que parezca puede ser una razón para ser agradecido, hoy en día por la facilidad de pedir o adquirir algo mediante un clic, una llamada o un mensaje en un tiempo casi instantáneo, hemos olvidado agradecer por la oportunidad de tener alimento, un techo, una cama, por tener la capacidad de comprar lo que deseamos, porque alguien nos espera en casa, por la familia reunía, el medio de transporte con el que podemos contar, los libros o computadores que tenemos, porque la calle que pisamos está pavimentada etc. recuerda que estas cosas son la oportunidad de dar gracia, aunque hoy en día no pensemos en ello porque es algo tan naturalizado, hay personas que les hace falta las cosas básicas que hoy la mayoría gozamos. Recuerda que la queja trae ruina, sumerge los pensamientos en un estado de incapacidad y visualización más allá del estado actual, nublando la oportunidad, el cambio y la salida. Alegrémonos de poder gozar de oportunidades para ser agradecidos, de las cosas pequeñas, pero valiosas en nuestra vida, llenemos nuestra mente y corazón de alegría, reconociendo todo aquello que tenemos, dando gracias, demos acción de gracias y compartámosla con los que nos rodean y quienes la necesitan, que nuestra boca sea aliento de alegría y gozo, porque Dios ha sido bueno y misericordioso con nosotros. Deja que la sonrisa dibuje la alegría en tu rostro, que las palabras y acciones sean el sello de tu agradecimiento.