fecha: 2024-08-21

No seas irritante

Controla tu actitud.

En ocasiones no existen problemas grandes, ni malos entendidos, solo personas irritantes que se alteran con el más mínimo detalle que mal perciben.
Existe en muchas personas la actitud de alterarse e irritarse por tan solo una pequeña mirada, un pequeño suceso, pero la diferencia con las personas que si tienen razón de alterarse por algo que les molesta o algo que realmente merece hacerse respetar, es que estas personas vuelven un pequeño mal entendido en un problema mucho más grande, como personas y como miembros de una comunidad o sociedad, debemos ser tolerantes y siempre buscar el respeto mutuo, la concertación, la solución de problemas con los demás y el camino para esto es la tolerancia y el buen manejo de la comunicación.
Podemos llegar a reclamar un buen trato, respeto y valoración de una manera correcta, sin ser arrogantes, irritantes; porque estas actitudes lo único que busca es confrontar, llenándonos de orgullo y superioridad.
Aunque en nuestra sociedad existen personas con actitudes arrolladoras, arrogantes, grotescas e irritantes podemos ser personas que saben cómo utilizar el lenguaje para reclamar buenos tratos, palabras y atención, no hace falta gritar, golpear o manotear como lo hacen muchos.
Recalcamos la importancia de pensar lo que se va a decir y como se dice, recalcamos el valor de analizar la situación y reacción de una manera y postura asertiva no reactiva, escuchar con atención y comprender, a veces no vale la pena confrontar a alguien que no sabe ni comportarse ante los demás, ni ante si mimo, que no se valora ni así mismo.
Que las palabras se hicieron para edificar, crear, comunicar, amar y no confrontar, dañar o destruir.
Existen maneras de reclamar nuestros derechos, valores y no es intentando confrontar, ni ofendiendo a los demás.
Y si te permites una vida irritante, también permitirás en tu vida el orgullo, el ego, la impaciencia, el malgenio, la violencia etc.